El escaparate de la Liga ARCO; la danza de los millones

ENTRE ALGODONES

Por: Rubén Benítez

No cabe duda que aquel dicho que dice que “los tiempos cambian” es un muy verídico, y eso opera a la perfección con la situación actual del beisbol mexicano, en el que ahora las cosas son a la inversa en comparación a una década o a un lustro atrás.

Para explicarme mejor, es hay que echar un vistazo hacia atrás, y la Liga ARCO era un circuito al que venían los jugadores mas selectos de la LMB, además de prospectos nacionales e importados de Grandes Ligas, pero ahora con la regla que se implementó en el verano, las cosas han cambiado.

En estos tiempos los jugadores que quieran hacer carrera en la LMB, sobre todo los mexicanos, deben mostrar en el invierno las cualidades que tienen como para aspirar mínimamente, a jugar regularmente, porque para ser titular, debes estar en un selecto grupo llamado “estrellato”.

Francisco Hernández ha cumplido.

Y es que, sin ser una crítica ni nada por el estilo, porque al fin al cabo, cada quien hace lo quiere con su dinero (léase dueños de equipos de LMB), la oportunidad de jugar para los jóvenes en el verano es mínima.

Pero ¿Qué pasa en el invierno? Hasta el momento algunos de esos jóvenes están demostrando que pueden con el paquete y le dan las 20 y las malas a cualquier jugador con apellido anglosajón.

Para hacer más claro esto que escribo, basta solo con echar un breve vistazo a lo que ocurre en tres equipos de la Liga ARCO, y esto “grosso modo”, no investigando con profundidad.

Por ejemplo, con Algodoneros de Guasave hay dos elementos que levantan la mano, y ellos son Randy Delgado, quien en 10 juegos batea para .214 (14-3) con una carrera remolcada.

Randy Delgado está en pleno desarrollo.

El otro es Francisco “Panchito” Hernández, quien va de 19-3, bateando para .211 con un jonrón y par de remolcadas, además de que con el guante se ha defendido, demostrando que es su fuerte.

Otro ejemplo es Brayan Quintero, quien con Venados de Mazatlán se ganó la titularidad, no solo realizando brillantes jugadas en las paradas cortas, si no bateando, ya que en 20 juegos promedia .238, producto de 15 hits en 63 turnos, con siete carreras remolcadas, sin jonrón.

Ese trabajo ya causó efecto en LMB, porque fue cambiado de Piratas de Campeche, que en los últimos años no ha sido contendiente, a uno que hace dos años fue campeón y que constantemente está en la pelea, como lo es Pericos de Puebla.

Quintero llega a Pericos en cambio por Drew Stankiewicz, quien va a Campeche a sudar la gota gorda.

Brayan Quintero se ganó la titularidad con Venados.

Otro novato que ha llamado la atención es Bryan Mendoza, con Cañeros de Los Mochis, quien en cuatro juegos batea para .667, producto de cuatro hits en seis turnos.

Aclaro que estamos hablando de peloteros jóvenes, que no han jugado mucho, pero en el tiempo que lo han hecho, han demostrado talento y calidad, y queda claro que lo único que necesitan para llegar a las alturas ¡Es Jugar!

LA DANZA DE LOS MILLONES

Estamos en la época del beisbol de “estufa” en Grandes Ligas, que es la que los millones de dólares bailan al son que les toquen los voraces agentes de jugadores, que, dicho sea de paso, tienen el derecho de pedir la luna y las estrellas para sus representados, y desde luego, si hay alguien que les cumpla sus peticiones, pues qué mejor.

Scott Boras busca un contrato muy lucrativo para Soto.

Para no entrar en muchos detalles, nos vamos a referir a Juan Soto, quien luego de un gran año con Yankees de Nueva York, él y su agente Scott Boras, luchan por un contrato multianual, que dicen los que saben, pretende superar el de 700 millones de dólares firmado por Shohei Othani el año pasado.

Demasiado dinero, pero hay que ver que la industria del beisbol de Grandes Ligas es gigantesca y cara, porque hay que sostener este tipo de contratos que van enfocados en pos de ver un buen espectáculo en el terreno de juego, aunque haya veces que las cosas no resultan como se espera.

Soto viene de un gran año con Yankees.

Los equipos en puja con Yankees, Filis de Filadelfia y hasta Mets de Nueva York, que cada año invierte millones y nunca va a ningún lado.

Ya veremos dónde acaba Soto y un gran cúmulo de estrellas que este año están en la agencia libre.

UN DÍA COMO HOY (7 de noviembre)

1989: Gregg Olson, de Orioles de Baltimore, se convirtió en el primer lanzador de relevo en ganar el premio al Novato del Año de la Liga Americana.

Gregg Olson.

1990: Sandy Alomar, Jr., de Indios de Cleveland, ganó por unanimidad el premio al Novato del Año de la Liga Americana, uniéndose a Carlton Fisk y Mark McGwire como los únicos jugadores en lograrlo.

Sandy Alomar Jr.